Un Lorca dual y único —interpretado al unísono por Gema Matarranz y Alejandro Vera— conquistó el Teatro Oriente. El recurso dramático de la duplicidad (hombre y mujer encarnando al poeta) sirve a Juan Carlos Rubio para construir un personaje no estereotipado en absoluto (como quizás podría esperarse cuando todo el mundo ha oído hablar y ha hablado tanto del protagonista)…