Lorca sin artificios. Su alma, desnuda. Encerrado en su celda y a la espera de su asesinato. Durante 60 largos minutos, el poeta granadino hace uso de su imaginación para recordar los momentos de su vida. Lorca, la correspondencia personal pone en escena, y con mucho éxito, esa línea finísima que separa -y une a la vez- al Lorca más artista y más personal…