“Detrás de los actores, toda su vida se muestra encerrada en múltiples archivadores de donde irá saliendo esa memoria histórica en forma de correspondencia que muestra los dos rostros de la vida: alegre y triste, vital y desesperado, amargo y dulce. Es un recorrido poético a través de estas cartas que pueden ser irónicas, surrealistas, fascinantes, de un realismo hiriente en ocasiones.”
“Gracias por esta magnífica puesta en escena del teatro como revolución y explosión del ser humano ante el sentido de la vida y de la muerte.”
Gracias a Juan Antonio Díaz del Diario de Córdoba por su crítica.